ACEPTARLO TODO
El día que murió Gadafi tuve una bella sensación de aceptación de todo y de todos. “¡Qué era muy malo!”, me dijo un amigo. “Pero también fue un buen padre que adoptó muchos niños”, le contesté yo.
El día que murió Gadafi tuve una bella sensación de aceptación de todo y de todos. “¡Qué era muy malo!”, me dijo un amigo. “Pero también fue un buen padre que adoptó muchos niños”, le contesté yo.
Todo y todos somos #conciencia pero tan sólo el humano despierto se fascina con ella. La #conciencia es la esencia no visible que está al interior de todo cuanto existe, permitiéndole ser lo que es.
Hoy quiero compartir un corto discurso de Bryan Dyson, expresidente de Coca-Cola, que muestra cómo nuestro mundo se vuelve cada vez mas consciente. Dijo esto: Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire. Estas son: – Tu Trabajo – Tu Familia – Tu Salud – Tus Amigos – Tu Vida Espiritual. Y tú las mantienes todas éstas en el aire.
Todos tenemos un adentro inmaterial y un afuera corporal junto con las formas que nos rodean. Saber muy bien que eso es así es el inicio del camino hacia una vida plena.
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, de derecha y de izquierda. Sin embargo, el experimento que sigue nos plantea la necesidad de despertar nuestra conciencia.
Lo maravilloso del Sistema Isha, para mí, radica en que sus cuatro facetas, a medida que van aquietando la mente invasora, van despertando la conciencia y ayudando a comprender, adaptar y agradecer la perfección y la unidad de todo.
La realidad de la experiencia humana, la mente y la conciencia, se comprende mejor haciendo un símil de ellas con el mundo, las nubes y el cielo abierto. El mundo es la realidad. Sobre él están las nubes que vienen y van, así como los humanos vivimos rodeados de pensamientos que entran y salen de la mente. Más allá de las nubes está el cielo abierto, la luz del sol, el vacío, la nada; como más allá de la mente está la conciencia. El mundo no puede existir sin las nubes que producen lluvias, ni la luz del sol que le da calor; necesita de embajadores de manera intermitente. Así mismo, nuestra experiencia humana requiere de la mente y la conciencia.
Aprende a comprender, siendo conciencia ahora, que el Amor Eterno, al que se llama Dios, es mucho más que el amor superficial que experimentamos los humanos; es un ministerio indefinible que le permite ser todo lo que existe y se manifiesta como lo que es en el universo físico; algo que solo se puede comprender cuando uno está siendo conciencia ahora.
La paz hay que encontrarla primero en nuestra mente y en nuestros propios corazones y luego aplicarla a las relaciones personales. Solo entonces podremos avanzar a su institucionalización en todos los ámbitos de la sociedad.